Señor Linares: El aborto no es un método anticonceptivo: no evita la concepción sino que mata al ser ya existente. El no nacido es un ser humano vivo desde su concepción y, por tanto, goza de todos los derechos de la persona nacida. En realidad, al ser más indefenso, merece mayor protección y respeto. El no nacido es un ser humano diferente al padre y a la madre. Por eso, creo que decidir la eliminación de su vida es un acto criminal que debe ser penalizado.
Señora Reaño: La penalización del aborto atenta contra los derechos humanos de las mujeres y el derecho a la maternidad voluntaria, ya que obliga a algunas mujeres a ser madres en contra de su voluntad. La vida intrauterina difiere de la vida de cualquier individuo nacido, ya que no es independiente del vientre materno. La penalización del aborto tiene control como consecuencia un riesgo para la salud y la vida de las mujeres.
1. ¿Considera usted que el señor Linares tiene los argumentos necesarios para defender su posición?
2. En base a lo leído, ¿cuál alegato, indistintamente de su opinión personal, tiene más fundamento?
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